JUAN BAUTISTA ARISMENDI

Caudillo por excelencia de los margariteños, Juan Bautista Arismendi nació en La Asunción, el 15 de marzo de 1775. Desde joven se dedicó a la milicia y en 1800 ya era Capitán. En la isla de Margarita tuvo inmediata repercusión el movimiento independentista de Caracas en abril de 1810. En efecto, al siguiente mes ya Arismendi había organizado la reacción contra el gobierno realista en Margarita, y destituido éste, se nombró una Junta que respaldaba a la Central de Caracas.

La actitud decisiva de Arismendi en estas acciones le significó el ascenso a Coronel con el mando militar de la isla. Como su territorio se le hacía pequeño, quiso intentar campaña contra Guayana, pero los sucesos de 1812 le impidieron el éxito. Cuando regresó a la isla se encontró de nuevo con el Gobierno español y fue hecho prisionero; salió en libertad gracias a la intervención de su pariente el Obispo de Puerto Rico, José Alejo Arismendi.

De vuelta a Margarita no tardó en ser nuevamente prisionero; pero desde las mismas bóvedas organizó la resistencia de manera que pudieron los patriotas reasumir el gobierno. Arismendi se enemista con algunos patriotas orientales y decide irse a Caracas. Allí es nombrado Gobernador Militar de la ciudad, justamente cuando Bolívar ordena pasar por las armas a todos los presos de La Guaira, en febrero de 1814.

Pero su alma estaba en Margarita, donde se casará a finales de diciembre de ese año 14 con la heroína Luisa Cáceres, de apenas 15 años de edad. Entre los años 1816 y 1817 luchó sin descanso por mantener la isla en poder de los patriotas. También contribuyó a la toma de Guayana. Y también le correspondió a Arismendi su amargo de Angostura, ya que ciertos problemas con Urdaneta le abrieron las puertas de la cárcel.

Poca fe tenían algunos patriotas en el éxito de Bolívar en la Nueva Granada. Por eso, Mariño y Arismendi fomentaron disturbios en Angostura, haciendo renunciar al venerable Zea a la Presidencia del Congreso y a la Vicepresidencia de la República, cargo que pasó a ocupar el disidente Arismendi.

Cuando llegó Bolívar con la libertad de la Nueva Granada en sus manos y cargado de gloria y honores, todo volvió a la normalidad y Arismendi salió con la responsabilidad de dirigir el Ejército de Oriente, como si no hubiese pasado nada. Era la estrategia de Bolívar, la unión de todos los jefes, para lograr el objetivo que se proponía.

Después de consolidada la independencia de Venezuela, Arismendi prestó valiosos servicios a la patria. Cuando Venezuela decidió separarse de la Gran Colombia, el caudillo margariteño apoyó resueltamente a Páez. Se le confirió el grado de General en Jefe. Murió en Caracas el 23 de junio de 1841.

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