LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

El Presidente de la República, Juan Pablo Rojas Paúl, inaugura solemnemente, el 28 de octubre de 1888, la Academia Nacional de la Historia.

El decreto de fundación establecía que para ser Académico de la Historia era necesario haber escrito alguna obra de Historia, o haber desempeñado alguna cátedra de esta ciencia, o haber alcanzado con justicia, reputación de hombre de letras.

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